Quisiera tenerte otra vez,
mirarte y mirar hacia otra parte y volver mis ojos de nuevo hacia ti. No se si eso me hacia feliz, no lo se, pero si que me bastaba.

Me era suficiente la adrenalina, la escasez y la abundancia. Todo lo que me dabas y todo lo que me quitabas. Eras aire, el que yo respiraba.

Ahora solo intento mantener la calma, te recuerdo, ¿Como no hacerlo? si todo tiene tu nombre, si la mitad de mi historia habla de ti, de lo que fuimos.

Imagino todos los abrazos que te di, tus complejos, tus celos, tu forma de ser y no ser. No habría palabras para explicarte, yo solo era el espectador de tu vida, era el observador de tus vuelos. Cuanto quise quererte y por ello intentar detener muchos de tus vuelos, por considerar que podría ser peligroso.

Eras la pared que sostenía mis miedos y no me dejaba caer. Eras un soñador, dibujabas alrededor tanta fantasía y me gustaba y te seguía.

Ellos no entendian lo que yo sentia por ti. Tal vez yo tampoco lo entendía. Como explicar que besabas la herida que tu mismo provocabas en mi.