Duele verte solo con los ojos de la memoria... y siento una punzada en el pecho cuando te recuerdo, te sueño... y se que no estas, ni vendrás.
Necesitar tiempo para pensar, para callar la mente...
para sentirse liviano, mucho menos pesado que el aire y volverse a llenar de expectativas,
de ganas.
Tiempo para que los abrazos se vuelvan eternos.
Tiempo para respirar hondo e ir por lo que queremos.