No para de llover aun en los días soleados, la veo de revés
viniendo desde el suelo, mojándome los pies.
La veo en la cara de mis viejos. La veo haciendo más difícil
el movimiento de mis músculos intentando dibujar una cara “amable”, una mueca
fingida.
La veo tatuada entre los lunares de mi espalda.
La oigo en el sonido de un violín agonizante, la siento en
cada lirica determinante.
La melancolía que sale como el aroma de mi café sagrado de
las mañanas, ese que me hace sentir el estomago completo, y miro por la ventana
cuando te me escapas del alma y vas a mojar la tierra de otros mortales, no no te
celo, ya volverás a mi.
PD: Y es todo lo que me hace escribirte bajo esta lluvia
insensata, ilusión.
vera♥
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